La capital mundial del Salmón

Ketchikan fue nuestra última parada en nuestro viaje a Alaska. Y cuando creí haberme enamorado de todo, llegó ella: tan pintoresca, tan perdida en el tiempo pero a la vez perfecta. Me enamoró aún más que la primer ciudad de Alaska, Juneau.

Siempre que organizo un viaje, investigo todo lo que puedo acerca del lugar, y mi objetivo era ir a la calle “Creek St”.

“Creek St” solía ser una calle medio escondida donde los pescadores se escondían de sus esposas e iban a buscar “amantes” y tener “nuevas aventuras” al llegar al puerto. Digamos, era una calle de burdeles.

Hoy en día, esta calle está repleta de negocios con artesanías locales y galerías de arte local, un restaurante muy bien ambientado que da a una cascada donde se puede apreciar el deshielo, y la famosa casa museo de “Dolly’s House”.

Dolly’s era una mujer muy codiciada en aquellos tiempos, y su casa un gran burdel.

En época de deshielo, podes apreciar los salmones mientras caminas por las pasarelas de madera que rodean estas callecitas de ensueño y que están rodeadas de árboles gigantes.

Otras actividades

Los Fiordos Misty

Estos fiordos poseen unas formaciones rocosas realmente de película. Incluso podes observar la punta de un volcán que quedó inactivo y sepultado bajo el agua en medio del fiordo.

Para ir a los Fiordos Misty tomamos un Ferry, en el que nos dieron sopas (más que necesarias, hacía mucho frío en esta navegación!), y unos pancitos caseros.

Ketchikan es una parada obligada en tu viaje a Alaska. Créeme que no te vas a arrepentir y te lo vas a llevar no sólo en tu retina y en tu celular, sino también en tu corazón.

¿Habías escuchado hablar de Ketchikan?

¿Te gustaría viajar a Alaska?

No dudes en escribirme si necesitas ayuda para armar tu viaje y descubrir estos hermosos paisajes: créeme, no te vas a arrepentir!